jueves, 29 de diciembre de 2016

Hasta ayer



Cuando miro en tus ojos puedo ver un atisbo del Cielo, qué fácil es para mí considerarte divina, y creerte una divinidad sería convertir nuestro amor en un demonio, sin embargo, sabiendo que eres lo que eres, una compañera de destierro, agradecido estoy al Señor, por haberte hallado, juntos caminaremos a nuestra tierra soñada, nuestro hogar eterno, más allá de todos los mares, más allá de todos los montes nevados…”.
Se trata de un texto que no describe un flechazo, no habla de una chica linda que veo todos los días en el colectivo… habla de un amor verdadero, de un amor que está lleno de admiración y de temor, porque sabe que está en contacto con el misterio y con la eternidad. 
Hasta aquí el pequeño hurto cometido sobre algo que hemos publicado anteriormente.
Cuando un enamorado trata de poner su corazón en palabras tiene, frente al papel en blanco, la sensación de que hallará la metáfora de su vida, palabras que han sido solo vislumbradas pero jamás por nadie encontradas… Y he aquí que al poner el punto en la primer oración o al terminar el primer verso se da cuenta de que lo escrito ya ha sido dicho cientos de veces y mejor. Pero lo escribe, por la simple razón de que no está buscándose a sí mismo sino que su mirada está puesta en los ojos de su amada. Lo escribe, por la misma razón de que en una noche estrellada puede mirar al cielo y maravillarse, sin interesarse en hacer una descripción llena de ingenio… El gozo está en la contemplación misma, no en ganar un concurso de poesía ¿a quién puede importarle eso?
Pero, de pronto, a pesar de los lugares comunes con poetas de otros tiempos, aquellos que hablen de amor verdadero se darán cuenta de que a su alrededor empezará a producirse una especie de silencio suspicaz, ese silencio que se hace frente a un ser extraño y acaso aborrecible. Porque, aunque del amor se haya hablado en todas las épocas, hoy difícilmente se habla de él relacionándolo con el misterio y con la eternidad, eso hace que se mire con perplejidad, y más bien con una gran desconfianza, a quien hable de amor verdadero.
-Pero ¿y lo otro qué es entonces? ¿es amor o es alguna otra cosa?
-Es alguna otra cosa.



Hasta ayer - Santos Reinaldo Cardoso: música, voz, coros, guitarra acústica - Raúl G. Squilache: letra, arreglos musicales, programación de sintetizadores - Agrupación: Thesis - Álbum: We are the pop - Grabado, mezclado y masterizado en Vitrola Records entre Enero y Abril de 2005 por Gustavo Villanueva, Marcelo Eckell y Raúl Squilache - Opiniones y sugerencias en arreglos y mezcla: S. R. Cardoso y A. Dupont - Video no comercial 2016.

2 comentarios:

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  2. Bellísimo tema: Musical y poéticamente. La imagen elegida para el video, es armónica y hermosa, acorde a la música.

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