miércoles, 10 de febrero de 2016

Habla de amor


Tolkien nos muestra en el Ainulindalë - La Música de los Ainur, su visión poética, su visión mitológica de la Creación y nos cuenta cómo ella se iba formando en la mente de los Ainur mientras en conjunto ejecutaban el tema que a cada uno les había dado Ilúvatar. 
La música era maravillosa, y la visión era maravillosa.
Los Ainur podían adornar el tema según su propia voluntad, pero Melkor, uno de ellos, comenzó a producir notas discordantes con el resto… La Música tambaleó y la Visión también se vio afectada, porque cada cosa hecha se veía arruinada…
Ilúvatar hizo detener la Música, pero no daría un paso atrás, no retiraría la libertad dada a los Ainur. Dio Ilúvatar señal de que la Música volviera a sonar, e hizo que cada nota de Melkor fuera engarzada en la Gran Música y ya no quedara discordante sino que formara parte de la armonía general, la música resultante era aún mejor que la anterior.
Así, en la Visión, todas aquellas fuerzas destructivas fueron integradas: no serían posibles esos cielos maravillosos con nubes iluminadas por el sol del atardecer si un calor extremo no existiera y no provocara la evaporación; no serían posibles esos bellísimos paisajes nevados si un frío extremo no existiera…
La Visión sería luego real cuando Ilúvatar le diera existencia. Arda, la tierra, estaba preparada para la llegada de los Hijos de Ilúvatar…
Acaso alguna vez se nos dé la posibilidad de ver cómo algunos males, algunas fuerzas destructivas que tanto dolor han causado forman parte de una Armonía que hoy no percibimos.

Y nuestra tierra es un lugar extraño, nada hay que se le parezca en lo (poco, ciertamente) que conocemos del universo, al menos no hemos tenido noticia de que hubiera.
Tan extraño que ha sido acondicionado para el nacimiento de unos seres tan frágiles como mucho más extraños que el lugar mismo. El lugar ya tenía lo suyo, no solo parecía vivo sino que hospedaba vida… Pero los seres que nacerían luego, los seres para los cuales todo aquello parecía haber sido preparado, no solo vivían sino que sabían que vivían y podían contemplar todo aquello… y podían ver lo que aún podemos ver si estamos dispuestos, que todo aquello habla de algo, habla de amor.

Comentarios técnicos

La letra y la música pertenecen a Santos Reinaldo Cardoso que es quien canta; con su expresa autorización, Alfredo Dupont y yo hicimos algunas modestísimas modificaciones a la letra, que, sin embargo, daban un giro al punto de vista, la aprobación de esto habla especialmente de la generosa actitud del autor.
Pero hubo algo mucho menor, un detalle de la mezcla, en que no logramos ponernos de acuerdo, caso infrecuente totalmente. Para muchas agrupaciones musicales la mezcla puede ser un momento crítico porque cada uno quiere que se escuche lo que ha hecho, pero nosotros siempre tuvimos claro que lo que iba al frente era lo que la canción necesitaba en ese momento. Sin embargo en el minuto 2:51 de esta canción empieza una pequeña parte instrumental donde Reinaldo había grabado la armónica.
La toma estaba muy bien y la armónica quedaba muy bien, pero, por una cuestión enteramente subjetiva mía, gastamos una gran cantidad de tiempo en ecualizar la armónica y en darle el correcto volumen, y nunca logramos ajustarla a mis exigencias, que no eran tan elevadas sino que, en ese momento, sencillamente no sabía cuáles eran…
Gustavo Villanueva, entonces, tomó la guitarra para ver qué podía ir al frente en ese intermedio, así que grabamos algunas de sus muy buenas improvisaciones.
Reinaldo opinaba, con toda razón y también con generosidad, que la armónica podía estar o no estar, pero si estaba debía ir al frente, si no que estuviese la guitarra sola.
Por mi parte, no quería descartar ni la guitarra ni la armónica, así que mandé la guitarra al frente y la armónica al fondo junto con el resto del mundo. Esa versión es la que se escucha aquí.
Hicimos otras mezclas al gusto de Reinaldo, que ciertamente eran las más razonables.
Autor y compositor: Santos Reinaldo Cardoso
Guitarras: Santos Reinaldo Cardoso, Raúl Squilache, Gustavo Villanueva
Programación de sintetizadores: Raúl Squilache
Voz y coros: Santos Reinaldo Cardoso
Armónica: Santos Reinaldo Cardoso
Opinión y sugerencias en letra Raúl Squilache, Alfredo Dupont
Grabado y mezclado en Vitrola Records por Gustavo Villanueva

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